
Das la cara o eres de los que te escondes
Desde que hemos renovado la imagen de Inmobiliaria Quasablanqua añadiendo nuestra imagen Joaquín y Asun tus amigos y Agentes inmobiliarios, todo son alegrías. Pero no ha sido fácil. Mira, cuando al principiode nuestra formación hace 3 años, vi que en Estados Unidos era normal poner tu cara en las tarjetas y en la cartelería, empezó la cabeza mía a darle vueltas al asunto. Yo me decía en mis adentros, y porqué no. ¿Por qué tengo miedo a poner mi cara, a exponerme…? ¿Es porque soy humilde y no quiero aparentar o hay algún motivo escondido…? Ahí andaba yo pensando, y pensaba, pero bueno si yo estoy disponible para cualquier cliente y a cualquier hora del día, ¿por qué no poner mi cara…?. Pensaba, si ser Agente inmobiliario es el pan de mis hijos y es mucho mejor que la gente me conozca, que sepan que somos una empresa humana, que nos esforzamos por ayudar a nuestros clientes, vamos que damos la cara por ellos… ¿Por qué no poner nuestra cara…?Comencé por las tarjetas de visita pero con la cartelería en las viviendas no me atrevía. Pero mira, hubo una anécdota que por fin me convenció. Por la mañana a eso de las 08:00 hrs salgo a pasear a mi perrita Nora y suelo ir a la panadería que está a 50 metros de mi casa a comprarme una empanadilla. Un buen día la panadera me pregunta por mis hijos, hablamos de mis hijos, de sus sobrinos y se me ocurre darle una tarjeta con mi foto diciéndole oye, si tienes algún conocido o amigo que necesite vender su casa no dudes en recomendarnos, le podemos ayudar. ¿Sabéis que pasó…? Se quedó mirando mi tarjeta, me mira y me dice, ah ¿pero tú eres agente inmobiliario…? ¿Y dónde tienes la oficina..?. Me quedé a cuadros. Que yo, 16 años en Almenara ejerciendo mi profesión y ¿mi panadera no sabía a qué me dedicaba…?. Bingo, tocado, pero no hundido. Esto había que cambiarlo. Y mira ahí estamos, ahora ya viene gente hasta de fuera que me ve en la cafetería y me dice, ah tú eres el de la foto. Jajaja, un poco de vergüenza sí que da pero bueno es por una buena causa.
